Uno de los principales obstáculos que enfrentan las MYPES en Perú es el acceso al financiamiento. Muchos negocios tienen ventas, clientes importantes y un flujo constante de trabajo, pero no cuentan con liquidez inmediata porque sus facturas se cobran en 30, 60 o hasta 90 días. Esa espera, muchas veces, frena el crecimiento. Pero existe una solución poco aprovechada: el factoring.

El factoring te permite convertir esas facturas por cobrar en capital inmediato, sin endeudarte ni hipotecar el futuro de tu empresa. Funciona así: tú vendes tus facturas a una empresa de factoring, que te adelanta el dinero descontando una pequeña comisión. Así, puedes tener hoy el dinero que ibas a cobrar en semanas, y usarlo para reinvertir, cumplir compromisos o tomar nuevas oportunidades.

A diferencia de los préstamos bancarios, no necesitas avales, garantías complicadas ni pasar por largos procesos. Tampoco generas una deuda, porque el dinero que recibes ya te pertenece: solo estás adelantando lo que tus clientes aún no han pagado.

Este mecanismo está ayudando a muchas pequeñas empresas peruanas a crecer sin esperar el ritmo de pago de sus clientes. Es una forma inteligente de financiar tu operación con tus propios recursos, sin depender de terceros. En lugar de ver tus facturas como papel retenido, míralas como capital activo listo para poner en marcha tu próximo paso.